La ciudad celebraba la entrada del verano en una noche atípica. La calle principal estaba atestada de gente, bebiendo, comiendo, bailando, riendo...
La niebla cubría las estrellas y solo dejaba entrever una enorme Luna llena. Algo raro a lo que nadie daba importancia. Yo tampoco.
Yo seguía en la barra, bebiendo, como todas las noches. Cuando acabó el baile de las chicas subí a la habitación y me tumbé en la cama dejando que la botella de whisky y el sueño embotaran mis sentidos.
Al cabo de un rato me despertó el cese de la música y un revuelo de murmullos. Me asomé a la ventana y vi a toda esa gente mirando hacia el extremo sur de la calle donde había una silueta. Se bajó del caballo y avanzó hacía la multitud. Al llegar a ellos, la luz le iluminó y su palidez extrema y sus ojos inyectados en sangre hicieron el murmullo más tétrico y un halo de pánico me recorrió el cuerpo al verlo.
El Sheriff y su ayudante se acercaron a él y le pidieron sus armas si quería quedarse en la fiesta. No contestó. El ayudante se acercó para quitarle los revólveres. El vaquero pálido le agarró del cuello con una mano y al momento yacía muerto en el suelo. El Sheriff desenfundó y disparó a la silueta, pero las balas no le hicieron ningún daño. Se acercó a él y segundos después corrió la misma suerte que su ayudante.
Todo el mundo empezó a correr y gritar, algunos hombres sacaron sus armas y dispararon al vaquero. Las balas seguían sin surtir ningún efecto sobre él. Cuando llegó al centro de la calle se paró, miró a su alrededor y soltó un grito estremecedor. Por los laterales de la calle empezaron a emerger coyotes de la misma palidez y con los mismos ojos rojos del extraño vaquero, se reunieron entorno a él y a un segundo grito empezaron a correr en todas las direcciones haciendo a su paso la mayor carnicería que hayan visto mis ojos. Mordían, desgarraban, mataban, tragaban sin parar mientras que el vaquero deambulando tranquilamente por la ciudad iba eligiendo a las más guapas jóvenes las cuales caían al suelo pálidas como si les hubiesen absorbido toda la sangre tras el abrazo del extraño hombre.
Cada vez había menos gritos y más silencio. Los coyotes seguían buscando dentro de las casas más carne con la que saciarse. El vaquero pálido paseaba por el medio de la calle sembrada de cadáveres satisfecho de lo que veía.
Yo seguía en mi habitación, presa del terror, inmovilizado y sin poder dejar de mirar, subyugado. Ya no se oía a nadie. Yo debía ser el único que quedaba con vida. Los lobos subían por las escaleras hacia mi habitación. Golpeaban la puerta, ni me molesté en sacar mis revólveres, seguí asomado a la ventana,el vaquero detuvo su paseo justo delante de mi ventana, me miró, con sus ojos rojos y un hilo de sangre cayendo por la comisura de sus labios y esbozó su malévola sonrisa . En ese momento ocurrieron tres cosas a la vez, los coyotes derribaron la puerta, se oyó otro grito desgarrador y dentro de mi cabeza sonó una frase:
Que todos sepan lo que ha pasado esta noche.
Terrorífica historia de vaqueros, muy buena Gybby.
ResponderEliminarMe alegra verte por aquí de nuevo. :)
Un abrazo.
Gracias Pedroj!!! me alegra que te guste, amiguete!!! :)
EliminarUn abrazo!!!
Aquí estás agaaaaaaaaain!!!!
ResponderEliminarUn poco sangriento pero... estás XD!!!!
Aprovecho para dejarte muuuuuchos apachurres, que después te escapas y te pierdes, jaja.
Muakssssss!!!
jejejeje si que vuelvo con sed.....de sangre!! jejeje
EliminarGracias por tus apachurres :)me los quedo todos!!
Aunque me pierda...siempre vuelvo!! :)
Besos Sweet!!
Siempre hay alguien que jode las fiestas XD
ResponderEliminarTuviste la peor parte, ser espectador no es lo más agradable.
Un beso "pescao" me alegra verte por aquí.
Jajajajaja que grande, Imilce!!
EliminarPues no es nada agradable, pero peor sería acabar mordisqueado por un coyote, no? :)
Un besazo pescailla!!! :D
Joder Gybby, tienes una manera muy peliculera de contar las cosas, me lo he imaginado todo todo todo!!
ResponderEliminarMuy bueno. Y bienvenido de nuevo :)
Un beso.
Gracias Ina!! :) Me alegra transportarte a mis mundos retorcidos y que te gusten!!! ;)
EliminarBesos!!!
Qué buen relato! me alegra verte
ResponderEliminarGracias Maripili!!! igual te digo!! :)=
EliminarBesos!!
No será que el wiski le nublo tanto que se durmió y ha sido todo una pesadilla? Cuando lo vio chungo tenía que haber cogido el mustang y salir por patas… ah que no había mustang. Bueno da igual, me da la impresión que ha sido el único superviviente después de semejante noche. No si ya lo decía yo… hay que tener cuidado con la luna llena que luego pasan estas cosas.
ResponderEliminarMe encanta como nos metes la sangre en un puño. Un bessito.
P.D: a mí también me ha afectado la luna. Qué casualidad.
pues puede ser....el whisky barato tiene consecuencias muy extrañas jejejeje
EliminarSi hubiese tenido el mustang en cuanto le hubiese visto la cara pálida me voy de allí echando ostias!! jajajaja
Gracias MEN!!
Un besazo de luna llena!!
Buen relato, y como siempre excelente selección musical para leerla :)
ResponderEliminarGracias Mi Camino!!!
EliminarNo podía faltar el señor Cash poniendo la banda sonora por el oeste!!! ;)
Un besazo!!!
Ese tío, el de la cara pálida venía de Hacienda, te lo digo yo!!!! así se le quedó la cara y con esos humos venía, con ganas de comerse a cualquiera...para fiestas estaba él despues de que seguro le habían sangrado a él pero bien!!!!
ResponderEliminarMe ha gustado el relato, como siempre...no sé con que ánimo lo habrás escrito, últimamente andas demasiado ausente, pero se le pueden sacar varías metáforas a la historia la verdad.
Te dejo ESTA CANCIÓN,podría ser otra interpretación.
y MIL BESOS, que se me habían olvidado....
ResponderEliminarUFFFF, si es que donde hay confianza....
Y.... ¿Sonó el despertador? Porque si no es así nos debes una segunda parte, jajajaja.
ResponderEliminarPues vaya con la luna llena, que estragos hace, que muerte mas anunciada ha tenido, la suerte es que sus pensamientos quedaron en el aire y tu los has plasmados magistralmente.
ResponderEliminarbesitos y sonrisas sin aullidos :-)
Acabo de llegar al pueblo, he dejado mi caballo amarrado a las puertas del saloon. Me ha costado llegar hasta aquí, no creas. He sufrido el ataque de los comanches, la mordedura de una serpiente y el azote de la sed. Ahora sólo necesito un trago de Whisqui y algo de sombra para dormir un rato. ¿Mujeres? luego...
ResponderEliminarAhora en serio: he visto al bueno de Clint Eastwood, que me encanta y he venido corriendo a registrarme en tu blog. Por aquí me quedo a chafardear con tu permiso.
La enorme luna llena nadie le daba importancia y sin embargo con su claridad ilumino todo lo sucedido :) muy buen gusto musical ... besos
ResponderEliminarWenas!! Vengo del blog de Mi camino, y me ha encantado tu primera parte y la suya por supuesto. Te invito a pásate por su casa y leer los comentarios, que os he propuesto un retooo!! saludos
ResponderEliminarBrutal, terrorífica!!! Me encanta!! Escribe más!!! Mataría por saber escribir así....
ResponderEliminarUn besazooooo!!!
Para escribir como tu hay que sentir como tu.
ResponderEliminarMuy bello........me ha encantado lo que has escrito...
Felicitaciones tienes un muy bonito blog
Saludos y hasta pronto :)