Está lloviendo, huele intensamente a gasolina mientras llenan el deposito de mi Mustang, veo como chorrean las gotas de agua por el parabrisas, igual que me han recorrido por la frente en alguna partida de poker o en algún duelo en mis comienzos, cuando todavía me ponía nervioso el hecho de que acabara con mi vida alguna bala más rápida que la mía, tan rápida como la moto numero 58 de Sic, al que le quitó la suya en un segundo con esa fatal caída, tan alta como un oasis flotante, al que solo van los más grandes, que recorre los cielos y del que cae una cascada eterna que al tocar tierra se convierte en un gran río por el que navegan piratas de parche en el ojo y pata de palo en galeones con bandera negra y llenos de cofres con tesoros que ocultan enterrándolos en la playa antes de que el río se fusione con el mar, de la misma fantástica manera que se fusionan el azul y el amarillo para salpicar todo de color verde, el de la esperanza, el de mi amiga, el de los duendes y el de la lechuga, el de las esmeraldas y el de los dolares, el del campo y el de esos ojos tan bonitos que hacían juego con su ropa interior, que me enseñó en su habitación después de un concierto de Whitesnake con la voz de Coverdale todavía sonando en mis oídos, los mismos que ahora escuchan los cantos de los buitres hambrientos por encima de mi sombrero mientras cruzo con mi caballo la meseta de Missouri huyendo de la policía que con sus trajes de cuero negro y sus Camaro de ocho cilindros intentan darme caza, y todo por acabar con dos indios que intentaron robar mi recompensa y dejarlos tirados en la acera, parecida a las que encontré por las calles de San Francisco, que me llevaron hasta el puerto donde cogí un barco con destino al viejo mundo, donde los dolares no valen nada, los vaqueros chupan palillos en vez de mascar tabaco y en vez de montar a caballo y beber whisky van en Land Rovers y toman cervezas acompañadas de unas tapas, como las de las alcantarillas de las que sale humo gris, igual que el que escupe el escape del Ford GT con el que gané las 500 millas de Indianapolis, (el mismo día que Patt Garret acabó con Billy el niño), con una media de 190 millas por hora (H) del día D, de dedo, acusador y que se mete en el bote de leche condensada para saborear ese dulzor rico como el de un terrón de azúcar al deshacerse en la boca, del metro, cuando voy al centro, de la diana, como una flecha de dirección obligatoria hacia el infinito, donde el viento da la vuelta y donde los mares suben al cielo y se desbordan hacía la tierra, y donde el sonido de una llave contra el cristal me devuelve a la realidad. Arranco y sigo con mi viaje, dejando atrás el olor a gasolina bajo la lluvia salada.
History of Rock Life
Una persona especial, me propuso en su día que hiciese un blog, a lo que yo le contesté que para hacer un blog había que saber escribir bien, como a ella le ocurre, y que como yo no soy de letras pues.... que no había blog. Pero ahí me dejó la semilla plantada..... germinando en mi cabeza hasta que me decidí y nació Rock Life. Un pequeño sitio con las cosas que me pasan por la cabeza y que lo mejor que tiene es la gente maravillosa que entra y se queda (o no se queda, pero entra). Gracias!! Sigo sin saber escribir bien, pero..... me da igual. Solo me queda dar las gracias a esa persona especial por animarme a escribir y esperar que no se me vaya la inspiración para seguir por aquí mucho tiempo.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Olor a gasolina
Está lloviendo, huele intensamente a gasolina mientras llenan el deposito de mi Mustang, veo como chorrean las gotas de agua por el parabrisas, igual que me han recorrido por la frente en alguna partida de poker o en algún duelo en mis comienzos, cuando todavía me ponía nervioso el hecho de que acabara con mi vida alguna bala más rápida que la mía, tan rápida como la moto numero 58 de Sic, al que le quitó la suya en un segundo con esa fatal caída, tan alta como un oasis flotante, al que solo van los más grandes, que recorre los cielos y del que cae una cascada eterna que al tocar tierra se convierte en un gran río por el que navegan piratas de parche en el ojo y pata de palo en galeones con bandera negra y llenos de cofres con tesoros que ocultan enterrándolos en la playa antes de que el río se fusione con el mar, de la misma fantástica manera que se fusionan el azul y el amarillo para salpicar todo de color verde, el de la esperanza, el de mi amiga, el de los duendes y el de la lechuga, el de las esmeraldas y el de los dolares, el del campo y el de esos ojos tan bonitos que hacían juego con su ropa interior, que me enseñó en su habitación después de un concierto de Whitesnake con la voz de Coverdale todavía sonando en mis oídos, los mismos que ahora escuchan los cantos de los buitres hambrientos por encima de mi sombrero mientras cruzo con mi caballo la meseta de Missouri huyendo de la policía que con sus trajes de cuero negro y sus Camaro de ocho cilindros intentan darme caza, y todo por acabar con dos indios que intentaron robar mi recompensa y dejarlos tirados en la acera, parecida a las que encontré por las calles de San Francisco, que me llevaron hasta el puerto donde cogí un barco con destino al viejo mundo, donde los dolares no valen nada, los vaqueros chupan palillos en vez de mascar tabaco y en vez de montar a caballo y beber whisky van en Land Rovers y toman cervezas acompañadas de unas tapas, como las de las alcantarillas de las que sale humo gris, igual que el que escupe el escape del Ford GT con el que gané las 500 millas de Indianapolis, (el mismo día que Patt Garret acabó con Billy el niño), con una media de 190 millas por hora (H) del día D, de dedo, acusador y que se mete en el bote de leche condensada para saborear ese dulzor rico como el de un terrón de azúcar al deshacerse en la boca, del metro, cuando voy al centro, de la diana, como una flecha de dirección obligatoria hacia el infinito, donde el viento da la vuelta y donde los mares suben al cielo y se desbordan hacía la tierra, y donde el sonido de una llave contra el cristal me devuelve a la realidad. Arranco y sigo con mi viaje, dejando atrás el olor a gasolina bajo la lluvia salada.
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WUAUUUUUUUUUUUUUUUUU!! TREPIDANTE!!!
ResponderEliminarque ritmo!!! que velocidad!! cambiando de un escenario a otro en décimas de segundo!!! así no me estraña que "quemes gasolina" chaval...y dejes ese olor en el ambiente.
En serio, me pareces único utilizando este estilo...eres bueno, muy bueno!!! no es nada facil encadenar tantas cosas y que aún así tengan sentido...a quien te leemos consigues imprimirnos ese mismo ritmo...y conforme avanzamos lineas, aumentan nuestras pulsaciones.
No puedo decirte otra cosa que sencillamente GENIAL!!!
Pensé que esta semana iba a ser más difícil dejarte TU TU CANCIÓN,pero no ha sido así, espero que te guste. Besos mil…siempre mil…
Me quedo con esa descripción de lo verde.
ResponderEliminarMe llenó de muchas imágenes.
Sigamos el camino, con lluvia o sin ella.
Es lo que toca.
Abrazo apachurrador, Gybby!!!!!!!!!!!!!!
Lo que eres capaz de contar en un instante! mientras se llena el depósito de la gasolina :)
ResponderEliminarGenial!
Un abrazo
jajaja echaba de menos entradas de este tipo. Me engancha enseguida, leo a toda velocidad y cuando llego al final, vuelta a empezar xD
ResponderEliminarSon geniales!! :)
¿Dónde se compra ropa interior verde?.Mira que hay colores pero verde no he visto nunca,bueno,al menos del verde de tu verde,quizá sí exista en verde oliva.Me disperso.Casi me ahogo leyendo,y todo por la gasolina.La próxima en bici por favor.
ResponderEliminarFascinante!!! Realmente me ha costado un poco leer esto justo antes de salir del trabajo, con una mente ya cansada... creo que era demasiado rapido para mi yo de hoy... pero aunasi, es fantastico!
ResponderEliminarMe ha encantado lo de los ojos verdes a juego con la ropa interior... yo tengo los ojos verdes y ni un solo conjunto de ese color... ya se que pedirme para navidad!
Un besazo!
esta muy bien escrito como siempre, aunque yo no soy mucho de pelis de indios y vaqueros :D
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada. Por un lado la lluvia salada y por otro lo dulce de la leche condensada,, he probado varios sabores, y además he viajado con la imaginación y sin que nadie me diera con las llaves en el cristal.
ResponderEliminarBesoss
Me encanta el olor a gasolina, el verde y la lluvia, (y los trios en general jajaja) y tú los has mezclado todos y me sabe a pensamiento y profundidad.
ResponderEliminarAsí que mi opinión es más que buena, vaquero.
Un besito
Qué bien hilados esos pensamientos! Tan caóticos como los días de lluvia.
ResponderEliminarMe encantan esos momentos en donde en un instante, se nos viene a la mente una gran sucesión de imágenes.
ResponderEliminarQué maravilloso relato y qué bien escrito.
Tienes el don de transportarnos a la escena de los acontecimientos *
Un beso o 2 #
Gracias, amigo, por llevarnos de la mano en este vertiginoso viaje por tu imaginación sólo para repostar un poco y seguir rodando con "Here I go again" de fondo y el recuerdo a Simoncelli en el corazón...
ResponderEliminarBrillante, absolutamente brillante.
Wooww..que viaje tan intenso..de tu mustang vas al caballo para despues continuar el viaje en barco, y finalmente...¡oh!...cruda realidad.ufff.. por suerte dejaste atras el olor a gasolina bajo la lluvia salada, de lo contrario hubieses terminado viajando por el espacio en tu nave espacial..jajaa..
ResponderEliminarBuen relato.
Besos.
Pues la verdad es que se disfruta esta lectura, tan llena de detalles, de olores, de colores y de sentimientos camuflados en sensaciones.
ResponderEliminarMuy visual, muy sensitiva.
Voy a seguir paseándome por aquí a ver qué más descubro.
Hmmmm gasolina....
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre, un saludo, amigo :)
A sí que eras tú el tipo que se quedo dormido mientras le llenaba el otro día el depósito de gasolina jajaja. Si que eres rápido vaquero, me has llevado a galope por tu sueño y me ha encantado, he disfrutado de cada espacio de cada hombre de cada mundo y hasta del color verde, que por cierto es mi preferido y que desde ahora estará lleno de nuevas sensaciones. Menos mal que no tengo los ojos verdes jajaja.
ResponderEliminarMe encanta como hilvanas las cosas eres único y genial.
Un bessito con sabor a leche condensada
Al final siempre son las mismas cosas inspiradoras, eternas, inamovibles....un color, un aroma, una dulzura dactilar...fantástico.
ResponderEliminarKisses!
La candencia de tus palabras me embriagaron
ResponderEliminarCuantas guirnaldas de persecución veo en tu texto, me ha gustado mucho a dónde me has llevado. Cuanto me gustaría viajar contigo en el mustang, ya que es mi bólido favorito.
ResponderEliminarTe invito un día a mi paraíso, dónde podremos comernos a los demás a placer.
El otro día me crucé con un Mustang y me acordé de ti. Estoy pensando... ¿No serías tú huyendo de los polis del Camaro? ¿verdad?. A ellos no los vi.
ResponderEliminarHola METAMORFOSIS!!! Wow GRACIAS por tus palabras!! me halagan!! jajajjaja
ResponderEliminarMe encanta esa canción!! has dado en el clavo!! :)
Besos mil!!
Hola Sweet!! Coincidimos en el gusto por el verde!! jejeje
Mejor seguir el camino sin lluvia, no?
Besos apachurradores!! jajaja buen finde!!
Hola Pedroj!! Muchas ve es la inspiración viene en los sitios mas insospechados!! jur jur
Gracias amigo!! Un abrazo!
Hola Cinco letras!! jajajaj como una noria?? No des muchas vueltas que te mareas!! jajajja
Tu si que eres genial!! Un besazo!! ;)
Hola Cris Ham!! Claro que hay ropa interior verde!! jajajaja Sé que existe!! Verde kaki!! :)
Intentaré escribir algo en mi próxima salida en bici!! jajajaja
Un beso!!
Hola Caparina!! Me alegra verte de nuevo por aqui!! ;) Con tus ojazos el regalo de navidad va a ser perfecto!! jajajaj
Un besazo!!
Hola Ana Pepinillos!! Gracias! No te molan porque no habras visto muchas pelis de estas! Seguro!! jajaja son la caña!!
ResponderEliminarUn beso!
Hola VANESSA!! Me alegra que hayas probado ese contraste de sabores por mi viaje de locura!! jajajaja Gracias! que suerte no despertarte con ese sonido de llaves en el cristal!! ;)
Un besazo!!
Hola preciosa Imilce!! jajajaj El trio al que te refieres también me gusta mucho a mí!! jajaja
Me alegra que tu opinión sea buena, señorita bipolar!! ;)
Un besazo enorme!!
Hola Mi Camino!! Menuda locura caótica eh? jajajja Los vapores de la gasolina es lo que tienen jajajjaja
Un beso!!
Hola Eleanor!! Momentos mágicos que nos llenan la mente!! :) muchas gracias!! Me encanta poder trasportarte a mi mundo de locura!!
2 besos!! :)
Hola Clochard!! Gracias por tus palabras!! Con Whitesnake de banda sonora es mas entretenido!! jejeje Debía el pequeño homenaje a Simoncelli! se le va a echar de menos en los circuitos....
ResponderEliminarUn abrazo!!
Hola Diazul!!! Si no llega a ser por el gasolinero despertandome.....creo que sí, que habría acabado con mi nave espacial!! jajajaja
Seguro que te habría ido a buscar primero jajajaja
Un besazo Diazul!!
Hola Aina!! Me alegra haberte hecho disfrutar!! :) Y que la hayas sentido de esas maneras!! jejjeje
Estas en tu casa, um placer que te pasees por aquí!! :)
Un besazo!!
Hola Ina!! Veo que te gusta la gasolina!! hmmmm jajajaja
Gracias amiga! como siempre un placer tu visita y tus palabras!! ;)
Un besazo!!
Hola preciosa MEN!!! siiii era yo!! jajajajaja Me encanta llevarte al galope de viaje!! A partir de ahora el verde me gusta más, me recordará a ti!! ;) Gracias! Tú si que eres única y genial! ;)
ResponderEliminarUn besazo verde!!
Hola Sincopada!! Es verdad que siempre son las mismas cosas las que despiertan la inspiración!! qué si no? jajajja
More kisses for you!!
Hola RECOMENZAR!! me alegra que haya sido así! gracias!!
Un beso!!
Hola Canvas!! Cualquier día te paso a buscar con el Mustang y te llevo a dar una vuelta!! :)
Acepto tu invitación y pasaré por tu paraiso para cenar!! jajajaj
Un beso!!
Hola Vero!!mmmmm puede que fuese yo... me acuerdo que pasé cerca del mediterráneo!! jajaja A los camaro ya los habría perdido!! :)
Un besazo!!
Me alegro que te gustara la canción que te dejé. Hoy te traigo ESTA OTRA,Hoy te mereces un regalo....besos mil.
ResponderEliminarUf... he entrado varias veces hasta que por fin he podido leer esta entrada! Ando cansada estos días y me ha costado, chaval! Mira que me complicas, eh... Pero ahora que he podido con ella he de decirte que mola, me flipa cómo encadenas y que tenga sentido. Admiro la capacidad de imaginar y plasmar en texto que tenéis algunos elegidos. Ains, que me pongo tontona! Jejeje. Un abrazo!
ResponderEliminarComo un duelo de palabras a toda prisa. Fantastico! y esta frase es divina ''los mismos que ahora escuchan los cantos de los buitres hambrientos por encima de mi sombrero mientras cruzo con mi caballo la meseta''
ResponderEliminarPD: Enhorabuena.
Hola METAMORFOSIS!! Gracias por tu regalo!! me ha gustado!!! ;)
ResponderEliminarbesazos mil!!
Hola Cristina!! Siento habertelo puesto dificil!! jajajaj Pero me alegro que te terminara gustando!! ;) Gracias por tus palabras!! me halaga que vengan de ti!!
Un besazo!!
Hola Eva!! Gracias guapa! Lo bueno que los buitres se quedaron con las ganas.... y mi sombrero consiguió salir de la meseta sano y salvo!! jajajaja
Un besazo!!
Madre mia! como lo haces para escribir asi?
ResponderEliminarAunque el tema de la gasolina a mi solo me recuerda lo mucho que "traga" mi coche nuevo... dios... ja ja ja
Tienes un email en tu cuenta de blogger.
Un besito descalza ;-)
Espero que tu Mustang sea rojo... y me lleves algún día a dar una vuelta... así rápido, rápido que antes de salir ya estemos de vuelta.
ResponderEliminarUn beso azul que no verde eh! jajaja.
Celia, teniendo una mente muy retorcida!! jajajaja
ResponderEliminarLos coches deportivos para que sean la hostia, tienen que gastar....si no, no son autenticos jur jur
Un besazo con masaje!! ;)
El-la! Cuenta con esa vuelta! a donde quieras! lo pondre a máxima velocidad para que no se te olvide la experiencia!! jajajaja
ResponderEliminarTus besos me gustan del color que sean!! ;)
Un besazo multicolor!!