Salto

Voy andando por la calle, pensando en mis cosas, hay algunas que me gustan y otras que no. Quiero quedarme nada más que con lo que me gusta. Las cosas que me hacen sentir bien y ser feliz. Necesito vaciar ese depósito que se va llenando poco a poco de las cosas que duelen, de los días nublados, del invierno......no son muchas cosas, pero se hacen notar demasiado, son de un color tan chillón que las veo hasta cuando no quiero verlas. Tengo que hacerlas desaparecer. Entonces..... salto.

Un salto sin apenas impulso, pero que subo y subo y subo tan alto que empiezo a ver los tejados de las casas desde arriba, sorteo algún pájaro despistado, traspaso las nubes y sigo subiendo hasta un punto en el que el sol calienta más que de costumbre. Un punto mágico, que no puedo subir más alto, he llegado al límite. Ni subo ni bajo. Estoy flotando, quieto en ese punto de ninguna parte, cojo todo el aire que puede entrar en mis pulmones y lo expulso gritando con todas mis fuerzas.

Tardo un largo momento, pero lo consigo, he vaciado ese maldito depósito y estoy feliz. Tan feliz que despliego mis blancas alas y empiezo a bajar planeando, haciendo eses. Sin malos recuerdos, deseando enamorarme de nuevo.....abrazar a ese amigo y pedirle perdón por discutir con él, dando igual quien llevara razón............de juntarme con mi gente a reírme a carcajadas.........de vivir el verano.........de ir a ese concierto.......de hacer miles y miles de cosas........SÍ, estoy feliz.

Y sigo andando por la misma calle, pero sonriendo y con una mirada nueva....