La Factoría.
Voy a currar. Uno de esos complejos llenos de naves industriales gigantescas con calles super anchas. Parece una miniciudad. Dentro de una de las naves hay una sala con una ventana que tiene una reja. Hay cola de gente que quiere empezar a trabajar. A través de la reja hablo con una mujer y ficho con una tarjeta que me da. Ya estoy dentro de mi jornada laboral pero no tengo ni idea en que trabajo. La mujer me manda ir a un sitio que parece que conozco porque subo decidido unas escaleras de metal, cruzo una puerta, avanzo por una pasarela que comunica con otra nave. Pasillos, despachos, habitaciones vacías. No hay nadie......
Ando durante largo rato hasta que empiezo a notar una mala sensación. Alguien me sigue.....No veo a nadie pero está ó están ahí. Acelero mi paso, los fluorescentes del techo del pasillo se encienden y se apagan como si tuviesen un cortocircuito hasta que llego a una puerta que abro y salgo a un patio interior. No hay salida y espero con angustia a que lleguen mis perseguidores.
Son unos cinco o seis. Vestidos con largos abrigos de cuero negro todos menos uno. Hay uno que viste normal y parece el cabecilla. Creo que le conozco, pero no recuerdo de que. Me habla pero no le puedo oír porque ha empezado a funcionar una máquina al fondo del patio. El cabecilla parece enfadado y de repente aumenta de tamaño, ahora también viste abrigo de cuero negro, parece el hombre de negro del hormiguero. Saca un machete que parece la espada de Conan el Bárbaro.

Allí me encuentro con Ella que me está esperando. Me alegro y se me acelera el corazón al verla.. -Vamos, hay que salir de aquí!- la digo. Nos vamos agarrados de la mano. La miro de reojo. Está guapísima y me gusta su vestido largo de lino de tonos ocres que se mueve con el viento. Está buenísima. Vemos un aparcamiento en la misma arena de la playa donde hay aparcada un todoterreno pick-up. Es de un conocido que está con su hijo guardando unas cañas de pescar. Nos acercamos y les digo que si nos pueden sacar de allí con el coche. Me responde que sí pero que antes tengo que fichar como que he salido de trabajar. Joder!!
Voy directo a la nave donde fiché antes. Hay una cola de escándalo y en la espera a que me toque me entra una angustia que no es normal, esperando que en cualquier momento aparezcan los abrigos de cuero. Por fin me toca fichar, la mujer de la ventana, me mira con cara de asco y de malfollá. Me da un folio con una factura de mi comida. ¿Comida? Pero si no he comido!!. Macarrones con nata y bocadillo de calamares. Si no pago, no ficho. Joder!! Pago, ficho y me voy de allí corriendo. Al otro lado de la puerta de la fabrica, ya en la calle, me espera la pick-up. Ella me sonríe. Lo conseguí.