Estoy sentado en mi sillón favorito, viendo como se cuela la luz del atardecer entre las cortinas. No tengo nada que hacer. Hoy no va a venir nadie. Los minutos se alargan interminablemente. El aburrimiento me atrapa. Las letras de los libros hace tiempo que se volvieron borrosas y la música se ha convertido en una larga nota de silencio.
Esto se acaba....
Echo la vista atrás y veo una vida de la que me siento orgulloso y me saca una sonrisa. Una familia maravillosa. Una mujer que me ha llenado de felicidad desde el momento en que la conocí. Unos hijos que han sabido abrirse paso en unos tiempos muy difíciles. Muchos viajes, alegrías, también tristezas, momentos en los que me gustaría regresar ahora mismo.
Tengo todo el (poco) tiempo (que me queda) del mundo para recordar esos momentos y volver a disfrutarlos, uno tras otro... y en uno muy lejano apareces tú.
Antes de que todo comenzara te conocí y me enamoré de ti. No pudo ser y ahí terminó todo. En estos momentos pienso en ti, en que será de ti, si has sido feliz, donde vivirás, si todavía lo harás, si te acordarás de mi, como habrá sido tu vida....¿qué hubiera pasado si hubiese funcionado?
Si pudiera dar marcha atrás no cambiaría lo que he hecho pero si hubiese otra vida después de esta si que me gustaría que nos volviésemos a conocer, actuar de otra manera que te hiciese elegir quedarte junto a mi y llegar a un momento como en el que estoy hoy para mirar atrás y ver una vida llena de recuerdos junto a ti.
Y así pasan mis días de espera sentado en mi sillón favorito.....
Para Julián.